Si tienes en tus manos este libro de poemas, prepárate a disfrutar, pero sin prisas. Es de lo más variado que puedas encontrar e incluso de una profundidad, que, a veces, roza el misticismo de los grandes poetas del Siglo de Oro español.No, no se parece en nada al barroco de Góngora, pero sí, en ocasiones, evoca a San Juan de la Cruz con unas pinceladas, de un calado en las reflexiones, casi filosóficas, que llegan al alma.Su temática quiere recordar al Machado costumbrista tocando temas cotidianos, animalistas. Y en ocasiones te harán recordar a F. Gª Lorca o a Pablo Neruda cuando el amor, los sueños, el dolor, el vivir, se asome a sus versos.Hay que tomarse su tiempo para degustar este precioso libro de poemas. Tiene que ser despacito, sorbo a sorbo, como el buen vino, para paladear y sentir todos los aromas y sabores con plenitud.