Tres generaciones de una familia de mu´sicos unidas por un evento trascendental, incomprensible e indescifrable. Un suen~o idi´lico e infinito que transita encerrado en un aparente instante sin tiempo ni lugar. El escenario; la ejecucio´n de una partita para violi´n en la iglesia de Santo Toma´s en Leipzig durante un concierto homenaje a Johann Sebastian Bach por su 250 aniversario.«Recordar lo sucedido». En algu´n punto indefinible e indescifrable existe una respuesta a tan intrincado subterfugio.Todo nace de una absurda confusio´n ocurrida en la de´cada de los 60.