Con este libro no pretendo ni entrar en la Real Academia de la Lengua, ni que me entreviste Sánchez Dragó esa tortura no se le desea a nadie, ni que me den el planeta, ni nada por el estilo; la única razón para escribirlo es que me sale más barato que grabar un disco, puedo meter más canciones y el resultado va a ser el mismo: los que parten el bacalao, culturetas trasnochados, enteradillos, panfletistas y demás especímenes que solo saben mirarse el ombligo, van a seguir pasando de mí, pero a mí me va a dar un regusto soltar veneno como no os podéis ni imaginar.